cristianos en Japón en 1589

 

La mision de muchos sacerdotes europeos en el Japon progresó felizmente en un principio , pero en el año 1589 ya Dios dió á conocer con más de un prodigio la larga y san grienta persecucion que les amenazaba . Entre otro de los portentos sucedió el siguiente . 

El rey de Arima que se llamaba Protasio y era celoso cristiano , tuvo una vision en la que recieron dos personajes de celeste semblante y le dijeron las siguientes palabras : Sábes que en tu tierra se encuentra el reino de Jesus . Hónralo y ámalo mucho , porque no es obra de hombres . 

Al cabo de seis meses su cedió que un devoto cristiano , llamado Leon , mandó á un hijo suyo , llamado Miguel , á cortar leña á un bosque . Llegado allí el jóven , vió un árbol casi seco de aquellos que en el país se llaman taras : halló que era alto como unos doce pies y de unos siete palmos de grueso : corto y lo llevó a su casa , pero ; cual no fué el asombro , cuando habiéndolo abierto se encontró en su corazon una cruz de color oscuro muy bien formada y como incrustada en la madera ! 

El rey quiso ir en persona á verla  y estándo contemplandola exclamó : — Hé aquí el reino de Jesus que me fué vaticinado que estaba escondido en mis dominios , y que no era obra de hombres . Se Arrodillo en seguida á adorarla , derramando muchas lágrimas , y ordenó que fuese transportada á Arima en donde la mandó cubrir con un puro cristal , siendo esta cruz ocasion para que se convirtiesen pasados de veinte mil idólatras , y siendo al propio tiempo , como lo acredito despues la experiencia , anuncio ó símbolo misterioso de la que esperaba á tantos de aquellos cristianos fieles .