Dios manda, que despierte estas anguilas con tu oración

 Una extraña visión vio Eteboldo obispo, estando junto a la mar vio un barco lleno de Anguilas, y oyó una voz del cielo,

que dijo Eteboldo, Dios manda, que despierte estas anguilas con tu oración y las vuelvas en hombres como antes eran, entonces el oro al Señor, diciendo;

Jesús a quien nada es imposible, mira. con misericordia estas almas, que la. Malicia del demonio las volvió irracionales, vuélvelos Señor en tu figura y dignidad, Para que conociéndote, te alaben"

 súbitamente se volvieran en figuras de hombres, y allí conoció Eteboldo a muchos de ellos, entre los cuales estaba  Destano sacerdote, el cual volvió a caer de espaldas y volvió mas resplandeciente.

 

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