su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

cuando son sospechosas las consolaciones espirituales

 


San Víctor , el cual nos advierte que es propiedad del enemigo despertar en la oracion un dulce afecto y una aparente devoción que nos , haga irrumpir también en lágrimas y suspiros , pero con el fin de levantarnos con vanidad y soberbia , ó de inducir nos á algún error , ó á lo menos con fin de que , apacentándonos largamente con aquellas conmociones internas y deleitables , consumamos poco a poco las fuerzas corporales y á caigamos en debilidad y flaqueza  .

 Debe , pues , observar el Director si con la Consolación tierna del sentido , se junta en el entendimiento un serio conocimiento de las verdades divinas , y en la voluntad un afecto sólido á los objetos santos y á las sólidas virtudes si la persona devota , después de sus dulces oraciones , está mas sobre sí , es mas cauta en no caer en faltas , y mas solicita en obrar los actos de virtud . Si esto sucediere puede con fundamento creer que la Consolación sea un efecto verdadero de la gracia y un verdadero don de Dios .

 Mas si después de acabada la oracion , hecha con consuelo y dulzura, se desvanece todo  y la persona se halla como antes , fácil á incurrir en los mismos defectos , indispuesta y lenta en el ejercicio de las virtudes , y esto sucede así siempre , serán muy sospechosas las consolaciones espirituales y se podrá justa miente temer que sean , o efecto de la naturaleza , ó una ilusión del enemigo , que la va apacéntando dulcemente con aquel cebo falaz . 

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