Luzbel , se abate en su mismo orgullo á cosas viles y es aborrecido y despreciado

 

el hermoso y engreído como Luzbel , se abate en su mismo orgullo á cosas viles  y es aborrecido y despreciado . El primer juicio que hacemos á la primera vista y que dura poco , lo formamos por el exterior ; mas el segundo que es reflexivo y dura mas , por las obras . Cuando vemos un grande personaje ó un Duque , le damos el respeto exterior que manda la ley ; pero si conocemos que es vicioso , infiel , . aunque no le neguemos el honor externo debido á su clase , que se llama honor de estado , le negaremos en nuestro corazón el que se llama honor de estimación , lo despreciaremos en el interior como á hombre vil por sus obras y lo pospondremos al hombre mas pobre , pero que es honrado.

 Así sucede con la hermosura y fealdad . Sola la virtud es amable por sí misma . No nos apoyemos pues en la débil caña del cuerpo hermoso , porque solo merece el aprecio y estimación , cuando como la hermosura de Teresa se da la mano con la virtud .