Un monje cisterciense ,fue combatido

Jamás dio señales de impaciencia ni de inquietud

 


Un malhechor , habiendo sido condenado a muerte por sus crímenes  pidió pocos instantes antes de ir al suplicio que viniese un religioso de una orden que él nombró . Se dirigieron prontamente á la comunidad que él había indicado y vino de ella un religioso y he aquí lo que le dijo el reo : Padre mío , yo he vivido entre vosotros y he si do uno de ellos , he traído el hábito que vos llevas .

 admitido á la profesión , fue por algún tiempo un buen religioso y os puedo asegurar que mientras observé fielmente la regla estuve muy contento todo me era fácil y hacia todas las cosas mas difíciles sin pena y con alegría . Ay , mi suerte era apetecible ! Pero desgraciadamente comencé poco a poco á relajarme y desde entonces torné un horroroso disgusto a todos los ejercicios ,á mis obligaciones , el yugo de mi estado se me hizo insufrible , salí furtivamente de la casa y dejé el hábito de religioso .

 Pero ay ! pues mi suerte se hizo mas horrible ; vine á dar en los mas grandes excesos , y vos ya veis á donde me han conducido mis pecados : yo os he hecho llamar , padre mío , para que digas á los religiosos lo que os acabo de referir , pues mi ejemplo les será útil .  ¿ Quién no hubiera dicho que san Francisco de Sales gustaba las delicias del paraíso durante su enfermedad ? Él hablaba de su mal como si nada hubiera padecido . 

Jamás dio señales de impaciencia ni de inquietud . Tomaba los remedios mas repugnantes como si hubiera tomado el licor mas agra dable ; una serenidad inalterable brillaba en su frente y atraía al amor de la virtud . 

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