Un monje cisterciense ,fue combatido

Halla en su corazon el amor de la carne

 


todo cristiano está obligado por su profesión  á ejercitarse en arrojar de sí todo , lo que es propio al pecado  y poner en su lugar lo que le es contrario . Por ejemplo  ¿ Halla en su corazon el amor de la  carne  ? Pues trabaje hasta que solo vea en él el amor de Dios у del cielo , Halla en su boca la arrogancia y detracción ? 

Pues empléese en la humilde confesión de sus culpas y en las alabanzas de su prójimo y desterrando de este modo los vicios , que son la vestidura del hombre viejo , adórnese de las virtudes , que son el precioso ropaje del hombre nuevo . Este es el ejercicio y ejemplo propio del cristiano , en que no ha de cesar hasta que desarraigue de su alma y cuerpo los males y pasiones viciosas , ponga orden y concierto en su interior  y goce de la paz y quietud del espíritu . 

De esta doctrina sacamos un aviso importantísimo para desengañar á muchos , que apenas conocen el espíritu de la vi da que prometieron y juzgan que lo propio de su profesión está en algunas observancias exteriores , como en el cilicio y frecuencia de las iglesias , Todas estas cosas son muy santas si se ordenan á Dios  y disponen las almas , para que el Señor ponga en ellas verdadera é interior santidad  y cuando nacen . de la justicia interior , también son merecedoras de la vida eterna .

 Pero no son el fin de la profesión cristiana , sino medios que se ordenan á él . Porque si un cristiano se empleara solo en estos ejercicios exteriores , y no cuidara de mortificar y desarraigar de su corazon las malas pasiones , aunque á los ojos del mundo pareciera muy verdadero cristiano , estaría en la realidad muy distante de este nombre .

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