su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

Qué hacer si te visitan las sectas?

 



Es una pregunta que se hacen muchos católicos que a menudo son visitados por Testigos de Jehová o Mormones y no saben qué actitud tomar frente a ellos. Algunos deciden no hacerles caso para evitar ser confundidos mientras otros los reciben en casa por curiosidad de saber en qué creen o que mensaje les quieren dar.

El sacerdote español Manuel Guerra experto en sectas y autor del libro Las Sectas o Nuevos movimientos religiosos, nos presenta un par de consejos cuando esto sucede, los cuales yo comentaré y ampliaré con mi punto de vista y experiencia en el tema pues muchos de los que me leen saben que serví como misionera mormona en Ecuador y sé cómo funciona este tipo de proselitismo.

        Si los recibes tienes que tomar en cuenta estas indicaciones:

Manuel Guerra: “Cuando una pareja de testigos de Jehová o mormones aprieta el timbre de la puerta de mi vivienda parece aconsejable saludarles con educación y naturalidad, pero no invitarles a que entren en casa con las lógicas excepciones. Un ex testigo de Jehová confiesa:Aun cuando siempre creí haber vencido (en los debates o diálogos con sacerdotes católicos, con religiosos, con personas de Acción Católica, etc.) y concluía que mis antagonistas estaban equivocados, debo reconocer que en cada batalla dialéctica quedaba marcado. Oía argumentos, cosas, que no sabía y que como espinas quedaban clavadas en mi ánimo... Sin duda las heridas se agravaron pues abandonó a los jehovistas cuando cayó en la cuenta de las contradicciones existentes entre las obras publicadas hace una década y las actuales... Por tanto quien posea buena formación teológica o bíblica puede conversar con ellos.”

Estoy en total acuerdo de opinión con el padre Guerra, en efecto si eres un católico que estudia Teología, Ciencias Religiosas o tienes formación pastoral en Apologética Bíblica es una buena oportunidad para ayudar a abrir los ojos a nuestros hermanos desviados en la fe. Es también una buena forma de evangelizar a los que están alejados por culpa de las sectas.

En mi caso yo entré también en razón gracias a católicos que me mostraron sus fuertes convicciones en la Virgen María o los santos. No tuve la oportunidad de dialogar con católicos que defendieran su fe a través de la Biblia sino esa primera luz me la dieron algunos protestantes a los cuales también debo agradecer porque me hicieron ver que el mormonismo carecía de fundamento bíblico. Pero seguramente si un católico bien formado recibe a una de estas parejas, puede darles una luz más directa y ayudar en su conversión o retorno a nuestra Iglesia.

Eso sí, no debemos olvidar que en todo este trabajo evangelizador actúa Dios a través del Espíritu Santo por ello es importante rezar por esas personas y aunque al final no consigamos nuestro propósito, quizá podamos haber sembrado una semilla que le ayudará en su conversión futura.

        Si no tienes formación adecuada es mejor no recibirles:

Manuel Guerra: “Pero de ordinario, procede no invitarles a entrar en el ámbito de la familia y de los amigos a no ser que real y conscientemente te interese su mensaje.”

Si no tienes una formación teológica o bíblica adecuada es mejor evitarles ya que el demonio a través de ellos puede aprovechar tu debilidad para confundirte y que empieces a dudar sobre la doctrina católica. Ellos aprovecharan cualquier forma de apertura para buscar inyectar sus doctrinas o manipularte a través de otras motivaciones como consolación ante un problema o pena, ayudas humanitarias, invitaciones sociales, etc. Algunos católicos en Latinoamérica por ejemplo buscan la manera más diplomática y sencilla de colocar un cartelito en la puerta de su casa que dice “Este hogar es católico, no aceptamos propaganda de otras creencias o religiones”. Aunque también es cierto que muchas veces este método no les detiene y a pesar de leerlo igual te tocan el timbre. En lo posible intentar no recibir su material de enseñanza y mucho menos leerlo. Este material consiste en revistas, libros o folletos. Una estrategia de los testigos de Jehová es regalar sus revistas La Atalaya o ¡Despertad! con el fin de volver una siguiente vez. Los mormones también tienen por entendido que si recibes su Libro de mormón lo estás aceptando y eso te puede comprometer a seguir escuchando sus charlas.

Tampoco este rechazo tiene que mostrar actitudes soberbias, burlescas, ofensivas o mal educadas. A pesar que sabemos que es lo que buscan realmente en sus visitas, siempre debemos mostrar caridad cristiana pues ellos siguen los mandatos fanáticos de su secta y la gran mayoría no es consciente de lo que cree y hace. Debemos por ello, mostrar amor y darles a entender que sólo buscamos respeto por nuestras creencias y por eso nos negamos a escucharles.

Entonces espero que estos consejos les ayuden a discernir y actuar de la manera correcta con estas personas. Mantenernos firmes en la verdadera fe requiere sacrificios y estamos llamados a aplicarlos para dar un buen testimonio cristiano. Recuerden que la mejor defensa de la fe es el ejemplo y eso deslumbra hasta al más desviado.

3.   ¿Cómo ayudar si tienes un familiar o amigo en una secta?

Este tema es algo que comúnmente se preguntan muchos católicos que tienen un pariente o una amistad que ha dejado de practicar la fe y ha sido captado por una secta. La mayoría no sabe cómo actuar con ellos o si existe alguna forma de ayudarles a salir de ella y volver a la Iglesia.

Algunas personas sin una orientación adecuada, lo primero que se les puede ocurrir es dejarse asesorar o poner esta tarea en manos de cualquier sicólogo. Si bien es cierto, algunas sectas como las “destructivas” pueden afectar notablemente la parte síquica de la persona, no ocurre así con la mayoría de movimientos religiosos que solemos conocer y tratar (testigos, mormones, adventistas, sectas de la nueva era, etc.)  donde los adeptos han sido atraídos en mayor parte por falta de formación o confusión doctrinal, búsqueda de nuevas experiencias espirituales, ambiente fraterno, etc. También por testimonios publicados de ex sectarios ahora católicos, podemos darnos cuenta que ninguno de ellos tuvo la necesidad de pasar por alguno de estos terapeutas en su proceso de conversión y viven ahora una vida normal y plena dentro de la Iglesia.

Hago esta advertencia pues salvo contadas excepciones, la gran mayoría de sicólogos que suelen tratar esta problemática suelen ser profesionales ateos o relativistas por lo que pueden poner en peligro la espiritualidad del adepto y aunque pueda ayudar con sus técnicas a sacarlo de la secta, puede también terminar convirtiéndole en un completo irreligioso. Además, que ellos al enfocarse sólo en el comportamiento sectario o el control mental y no tener un conocimiento teológico adecuado, suelen calificar de sectas hasta congregaciones o movimientos aprobados por la Iglesia Católica. Esto lo podemos comprobar revisando ciertas páginas de psicólogos que se ofrecen en la red y que han tratado a ex testigos de jehová, ex cienciólogos pero también a personas salidas de las Carmelitas, Opus Dei, Camino Neocatecumenal, etc. Antes de acudir a uno de ellos, debemos primero recurrir a la guía que ofrece la Iglesia en estos casos y que pueda orientarnos mejor en intentar sacar a nuestros allegados de la Secta.

3.1. Consejos que favorecen la salida de un adepto sectario

El sacerdote experto en sectas Manuel Guerra en su “Diccionario Enciclopédico de las Sectas” (BAC 2013), nos propone algunos medios o remedios prácticos que favorecen la salida del adepto, a los cuales yo ampliaré con mi experiencia y los testimonios de otros ex sectarios en su proceso de retorno a la Iglesia.

a) La oración y la mortificación como recursos al alcance de cualquier creyente: Es un método poderoso utilizado desde los primeros siglos del cristianismo. Recordemos el caso de Santa Mónica que rezó incansablemente porque su hijo San Agustín saliera de la secta de los Maniqueos y regresara a la verdadera fe. También podemos ofrecer ayunos por su conversión entre otras mortificaciones.

A mi regreso a la Iglesia Católica luego de haber dejado la misión mormona y todo lo concerniente a la secta, mi madre y mis abuelas me confesaron que habían estado rezando mucho el rosario porque yo me diera cuenta de la verdad pues mi acción de viajar lejos por una fe ajena a la de ellas y solo con el fin de captar más adeptos, les había parecido muy fanático y a su vez les entristecía diariamente.

b) No romper nunca los lazos entre los familiares, amigos, etc: A pesar de los

disgustos, frustraciones, etc., experimentados se debe procurar de manera contraria tender “puentes” y usarlos tales como llamadas telefónicas, cartas, visitas, felicitación de cumpleaños entre otras acciones fraternas.

Se sabe que la secta buscará cerrar al adepto en actividades y un ambiente social absorbente que le desligará de compromisos o reuniones familiares. A pesar de ello, debemos buscar mantener esas relaciones de familiaridad y comunicación con el fin de hacerles sentir que no desaprobamos su cambio de creencias y que nuestros lazos están por encima de ello.

c)   Poner al adepto en contacto con su identidad original o anterior a su incorporación a la secta: Buscando y recordándole los puntos positivos, felices, de referencia en el trato con sus padres, amigos, deportivas, etc., que puedan servir de despertadores de nostalgia. Para esta finalidad “los dulces de la abuela” suelen ser más eficaces que cualquier reflexión especulativa. Este aspecto es una de las situaciones que también experimenté en la misión mormona pues al hacer proselitismo con gente buena católica y me hablaran cosas positivas de su fe, me recordó mi pasado católico y me hizo tener nostalgia de todo lo vivido en mis catequesis sacramentales, colegio religioso, mis abuelas devotas de la Virgen, etc. cayendo en la cuenta que nada de esas prácticas podían ser malas para mi alma.

d)  Evitar hablar al adepto con agresividad, acritud, sin atacar directamente a lasecta: Es importante este consejo pues no ganamos nada desprestigiando a la secta directamente, o siendo duros de palabras con los adeptos ya que esto lo pueden ver como serios ataques o persecución y podrían cerrarse mucho más. En su lugar, podemos exponer la verdad, pero de manera sencilla y caritativa. También podemos hacer alusiones a otras sectas similares a las suya, para que el adepto pueda darse cuenta poco a poco de los errores que está profesando.

e)   Asesorarse con un sacerdote experto o laico apologista: Es decir, tener contacto con un sacerdote, religioso o laico experto en estos temas que te pueda asesorar y guiar espiritualmente para tratar con el adepto. Dependiendo del tipo de secta, en especial las dañinas y destructivas, será necesario además la orientación de un sicólogo recomendado y de preferencia católico para un adecuado tratamiento.

f)    Estudiar y conocer la Palabra de Dios: Esto es necesario sobre todo para las sectas de impronta cristiana, como los Testigos de Jehová, mormones, adventistas, etc., pues es sabido que la Biblia es el instrumento utilizado por ellas para confundir e inyectar sus nuevas doctrinas. El buen uso de la biblia puede ayudar a tener un dialogo más fructífero con estos miembros y hacerles ver sus errores cuando ellos tengan dudas o deseen abrirse al debate.

g)  Conocer la secta, el fundador, la doctrina, libros y hacer una correcta apologética: Es importante para el adepto, que tú te intereses por la doctrina de su secta, libros, fundador, etc. Una vez conocido todo esto, y si la persona se abre al diálogo, debes desarrollar una adecuada apologética que replique sus doctrinas y también a todas las dudas que pueda tener sobre la Iglesia Católica.

En este caso por los testimonios que he leído de algunos ex testigos de Jehová o ex mormones, estos se empezaron a dar cuenta de la verdad cuando debatieron con personas dedicadas a la apologética católica y les hicieron ver el error y la contradicción en sus doctrinas. Fue una de sus primeras luces en su proceso de conversión.

h)  Es necesario dar un buen testimonio de conducta y moral: Muchas veces las personas entran en las sectas porque allí se cumplen normas o practican valores morales con mayor firmeza o radicalidad. También suelen abandonar la iglesia católica cuando ven escándalos o malos ejemplos entre los fieles. Por eso, es necesario que intentemos dar un buen ejemplo cristiano y que el adepto se dé cuenta que esta conductas o valores no son exclusivos de su secta.

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