11-Alumbrad pues mi entendimiento, o Espíritu divino

 

Alumbra pues mi entendimiento, o Espíritu divino, ilustrad mi alma con ό vuestra luz soberana , para que conozca lo- do el abismo de mi ingratitud , y conocido lo manifieste enteramente al confesor , de- testándolo con el más vivo arrepentimiento . Examine luego su conciencia discurriendo por los mandamientos de Dios, y de la Iglesia. Mas no caiga en el error de muchos que habiendo pensado y acusados de alguno que otro pecado, creen haber hecho una excelente confesión .

 Repase muy especialmente las obligaciones de su estado : pues más almas se condenan por pecados de omisión , que por otras malas obras . Examinen y vean si rezan cada dia el Rosario con su familia . Si tienen cuidado de que sus hijos y de- pendientes sepan y cumplan los deberes religiosos , y sobre todo que no trabajen en dias de fiesta . Si les han dado buen ejemplo y tratan con decoro à la familia . Si los reprenden y castigan cuando lo merecen ; pero sin demasiada severidad sin echar votos , juramentos ni maldiciones . Si han malgastado los bienes de casa en juegos , embriagueces y otros usos ilícitos . Si observan la separación debida entre los dos sexos . Si permiten á sus dependientes salir de noche , ó recogerse tarde . galantear , frecuentar casas , compañías ó divertimientos peligrosos .