confuso y temblando me postro ante tu acatamiento divino

 

Altísimo Dios de cielos y tierra , Padre de bondad y de misericordia infinita , confuso y temblando me postro ante tu acatamiento divino gimiendo bajo el peso de vuestra justicia con tanta razon irritada contra mí . Ya veis cuán grande es mi aflicción : perdido  los objetos que yo mas estimaba en la tierra me veo acosado por todas partes de infortunios y de tribulaciones .

Represente al Señor sus aflicciones , y desahogue con él su corazon , pero con resignación y humildad . Creo , Dios mio , que nada sucede por acaso en este mundo ; que todo viene regulado y dispuesto por vuestra amorosa Providencia . 

Creo que todos estos golpes por pesados que sean , vienen todos dirigidos de lo alto para mi bien : ó para que abra los ojos y enmiende mi vida desregla- da , ó para que me purifique en este purga- torio lento de mis culpas pasadas , ó para que , llevándolo todo como venido de vuestra mano , me labre una inmortal corona . 

¿ No será pues justo que yo me resigné ? 

Vos solo conocéis lo que mas me conviene ; yo no lo sé . Siendo Vos por otra parte omnipotente , y amándome con un cariño infinitamente mas tierno que el que supieran tener las madres mas amorosas á sus mas regalados hijos  ¿ cómo podré dudar que esta adversidad sea lo que mas me conviene ? 

Lo creo , amabilísimo Jesus mio , y por mas que la naturaleza recalcitre á lo que le disgusta y apetezca lo que no le conviene .

 me someto no obstante à vuestra santísima voluntad . Sí  pequé , Señor , y no me tratáis aun conforme yo merecía . Y por dura y pesada que parezca , beso y bendigo esa mano paternal , no menos justa cuando castiga , que cuando premia ; no menos amorosa cuando atribula , que cuando halaga ; no menos sabia cuando permite , que cuando dispone ; no menos solicita de mi bien cuando me levanta , que cuando me abate .