su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

entiendan , cuán grande mal es el pecado

 


entiendan , cuán grande mal es el pecado : pues le castiga Dios tan severamente . Poneos delante de los ojos de aquellas Almas desventuradas , que por la primera culpa han sido condenadas al Infierno . 

Esta condenación no proviene de ímpetu de pasión , nace de un acto de juicio reposado , porque Dios , poniendo sobre las balanzas , de una parte el Pecado y de otra , la fragilidad de la Criatura , que lo obrò , la tentacion diabolica , los atractivos de los compañe ros , los estímulos de la concupiscencia para hacerla caer ,juzga sin embargo con infinita sabiduría , que aquel acto brevísimo de violacion de la Ley Divina , es digno de ser castigado con una pena inmensa en la grandeza del mal y infinita en su duración . 

Pues el Pecado es tal , que merece castigo tan extravagante y por consiguiente , toda caída mortal es un Abismo de desorden , de monstruosidad , de malicia , y de confusión ; pues tanto se requiere para reducirlo al orden . Esto supuesto , quien no se llena de horror de haber consentido jamàs la entrada en el Alma a un Traidor tan malvado ; y quien no se resolverà en adelante , aunque fuera menester , verter toda la sangre , que hay en las venas , para tenerle de tràs y despreciar mil vidas ? 

No es así de la Justicia terrena . No podemos de las penas humanas argüir la gravedad mayor , ò menor , de las prevaricaciones , que se han cometido : porque los Jueces no tiran , ni à castigar todas las culpas , ni à castigarlas según todo , lo que merecen ; mas folo à castigar , las que turban la paz común , y à castigarlas solamente tanto , como requiere la necesidad de conservar la misma paz . 

Así veis , que se castigan .los hurtos , y no se castigan las fornicaciones , aunque es mayor culpa la fornicación , que el hurto ; y que se castigan los homicidios con la muerte , y no ſe caſti gan con la muerte las blasphemias , aunque el quitar à Dios la honra con la blasphemia , es mayor excepto , que el quitar al hombre la vida con la vengança . Lo cual debieran notar bien aquellos necios , que hacen poco caso de los pecados de la finalidad , porque dicen . Nunca he visto ahorcar a un amancebado , como si hubieran visto muchas veces ahorcar a un Blasfemo . Pero volviendo à nuestro asunto , el Señor tira à compensar la injuria divina , que hace el Pecador desobediente y juntamente à restaurar la perturbación del Orden establecido por la Provi dencia en su Gobierno : y asi no puede dejar alguna culpa sin castigo , ni puede dar menor castigo , à las que son de suyo merecedoras de mayor.


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