su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

seas bien venido, a dulce Jesus mio



 seas bien venido, a dulce Jesus mio, entrad , entrad en esta pobre morada de mi corazon ... ¡Cómo y es posible que todo un Dios haya venido a visitarme! ... ¡a mí, gusanillo de la tierra! ... Y al Hijo de Dios tengo yo en mi pe- cho, su cuerpo, sangre, alma, humanidad toda entera, ¡su misma divinidad!

Lo creo, Señor, y daría mil vidas, si , las tuviera , en confirmación de esta verdad ... ¡ Mas de dónde a mí tanta dicha !
¡de dónde un tan señalado favor!
Ven, potencias de mi alma, adoradlo con la más profunda humildad ... Venid, sentidos míos, postraos a los pies de vuestro Dios y Creador. Amen

Comentarios