Llega arrepentido, pues te espera Dios.

Padre Enríquez refiere de un joven , que vivía cometiendo muchos, y muy graves pecados, y arrepentido determinado 

conciliarse y como fuesen tan grandes , le daba pena referirlos delante del Confesor, y decidió escribirlos en un papel, y como eran tan horrendos , los leyó delante del Confesor y derramaba muchas lágrimas y acabada de confesión de los pecados, el Confesor le dijo, que eran tan atroces, que le diera permiso para comunicarlos con el obispo, pará asegurar con su consejo la mas prudente penitencia. 

Concedida la licencia , el Confesor abrió el papel delante del Obispo, y le halló todo blanco , sin haber escrito una letra, obrando Dios este prodigio por las lágrimas del penitente. ya e oído mayor misericordia ? ¿Has visto mayor piedad en las entrañas de Dios? Pues este Señor ahora es el mismo, llega con toda confianza a confesar sus culpas , para que logres la felicidad que consiguieron otros mayores pecadores que tú. Llega arrepentido, pues te espera Dios.