Los ángeles agravaron las penas contra

 Catalina Suecia , hija de Santa Brígida, dice Surio, yendo con su madre a visitar las reliquias de San Francisco, unos ladrones quisieron robarles. Como la vieron tan hermosa, quisieron tocarlas de manera inapropiada, pero los ángeles hicieron ruido y los espantaron, así la libraron.

Otro día, fueron a una estación en Roma, un conde intentó tomarlas por la fuerza, salió con muchos a caballo, esperando que vinieran. Y como fuera devota de San Sebastián, por su intercesión los ángeles echaron un ciervo grande por aquellos campos; los de a caballo fueron tras él y pudieron pasar ellas.

 Así fue burlada la malicia del conde. Pero al no aplacarse con esto, la esperó otro día en otra estación con más cuidado. Los ángeles agravaron las penas contra él, lo hicieron repentinamente ciego; al ver el justo castigo, arrepentido, rogó que orase a Dios por él y sanó."