su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

el plan del demonio para establecer su culto

 


Hoy, el plan del demonio para establecer su culto es astuto y sabio. Lo ha parodiado en todo el culto católico, revistiendo el suyo de formas tan semejantes que los espíritus superficiales vacilan y caen en las redes hábilmente tendidas por Luzbel. Esto significa que hoy obtiene muchas conquistas. ¡Son tantas las personas ligeras que no se toman el trabajo de pensar un poco y se dejan llevar por la corriente! ¡Son tantos los semi-sabios! ¡Son tantos los orgullosos y fatuos!


El culto de Luzbel es hoy la masonería. ¡Oh! Lanzo esta palabra sin vacilación a pesar de que sé que atraerá el odio de muchos, la crítica de los espíritus ligeros e incluso la compasión de algunos que se llaman mis amigos y que, sin conocer mucho ni poco sobre el masonismo, creen ver en mí una especie de monomanía que me hace atacarlo, cuando en realidad no es tan malo... tal es su candorosa expresión. Pero yo, que sé lo perjudicial que es la masonería porque la he estudiado lo suficiente para conocerla, me creo en el deber de combatirla, sin preocuparme por apreciaciones y juicios frívolos.

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