vino fuego del cielo, y los hizo ceniza.

 No fuera el Señor quien es, si como tiene premio para los buenos, no tuviera también castigo para los, malos.

 . Si no hay infierno, ¿dónde está la justicia de Dios? ¿Cómo podremos decir que no hay acepción de personas en Dios, viendo tantos malos, que hacen tantos males, y pecados, y se salen con ello, y no son castigados en este mundo poco ni mucho por ello?

Viendo que castiga Dios a unos, y que deja de castigar a otros, que lo tenían tan merecido, como los que son castigados? Mató Caín a su hermano, y lo castigó Dios luego con castigo y pena mayor, y más grave que la muerte. Panas dedit & graves, dice el santo,.se Abrió la tierra, y los tragó a Datán y Abirón, con todos los demás que juntamente con ellos se amotinaron contra el superior que Dios les había dado. Y porque Nadab y Levit. 

se atrevieron a echar otro fuego del que el Señor tenía ordenado que se echara en los incensarios, vino fuego del cielo, y los hizo ceniza. Otros innumerables ejemplos y castigos podríamos contar de la misma manera. Pues cuántos ha habido, y hay ahora en el mundo, que han cometido semejantes delitos, y aun mayores, y viven, y se pasean, y se están en sus casas en santa paz, y con tanto descanso, como si tal no hubieran hecho? Pues ¿qué tienen más unos que otros? ¿Ha de haber justicia para los unos, y no la ha de haber para los otros? ¿Qué es menester?