por el pecado, es quitada la gracia

sí como del sueño corporal nace el dormido no ver tener cerrados los ojos, así del alma padece el tener los del entendimiento, por lo cual no ve lo que a su salud conviene, ni los peligros grandes que por todas partes le rodean que es no pequeño mal: porque de aquí viene  que el mísero e infeliz pecador a estar muy de afecto sofocado en sus pecados y vicios y a perder las fuerzas para obrar bien: porque por el pecado, se enflaquece y debilita en el hombre la virtud del alma, y le es quitada la gracia, que la hacía valiente para rechazar los vicios y acometer las virtudes, resistiendo a sus adversarios y obedeciendo a su Señor Dios, y tanto cuanto el pecador más prisa se da a arrojarse tras los halagüeños gustos con que el demonio como con añagaza le llama, tanto más va habituándose a pecar.