su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

"El amor propio pervierte el juicio, ofusca la razón, oscurece el entendimiento,

 


"El amor propio pervierte el juicio, ofusca la razón, oscurece el entendimiento, infecta la voluntad y cierra el camino de la salud. No reconoce a Dios, ignora al prójimo, destierra las virtudes, busca las honras y ama al mundo. Quien así ama su vida, dice el Señor que la pierde. El alma, por el desapego al mundo y a sí misma, encuentra provecho en el amor a Dios y al prójimo, y al menospreciar los bienes transitorios e inferiores, crece en el deseo de los eternos y superiores. Debes resignar todo en las manos de Dios, renunciando en todas las cosas a tu propio amor. La raíz de toda iniquidad es el amor propio. Esaú, Saúl y Antíoco no alcanzaron perdón de sus pecados, aunque con dolor y lágrimas clamaron a Dios, porque buscaban su propio interés, teniendo más cuenta con su propia perdición que con la ofensa a Dios. Busca a Dios en todas tus obras, poniendo tu intención solo en Él. Es justo que la voluntad del Creador de todas las voluntades tenga señorío y preeminencia en todas ellas. Así, en todo cuanto hagas, debes olvidar tu propio querer y procurar que se cumpla la voluntad de Dios, sin otro respeto alguno. Debes esforzarte para que la voluntad de Dios reine en ti, de modo que ninguna cosa nazca de tu propio querer, sino completamente de la voluntad de Dios que reina en ti. Pero el amor propio lo destruye todo. Es como el corazón en el cuerpo, que manda y rige las carnes, nervios y venas. El amor a sí mismo manda y gobierna al pecador para todos sus daños y males."

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