El Papa les impuso siete años de penitencia

 

Albano mártir ,fue hijo de un rey poderoso de San Albano en las partes Septentrionales. Este rey tuvo una hija, la cual tuvo un hijo con él. 

Para encubrir esto tan feo , el rey arrojó al niño Albano en un monte de Hungría, donde el mismo rey de Hungría cazaba. Al verlo envuelto en ricos paños de oro y seda, el rey creyó que era hijo de sangre real y lo mandó llevar secretamente a su casa.

 Como su esposa era estéril, fingieron que la reina estaba embarazada y que dio a luz a Albano, así que fue considerado como hijo del rey de Hungría. Cuando Albano creció, el rey de Hungría quiso casarlo con la hija de su padre, que era su propia madre. 

Luego, el rey de Hungría murió y llamó a Albano, revelándole que no era realmente su hijo, sino que lo encontró cazando en un monte. Le entregó los paños en los que fue encontrado, y Albano se fue al reino de su verdadero padre con su esposa y madre. La esposa encontró los paños en los que estaba envuelto.

"Cuando Albano volvió a su hijo, después de haberlo arrojado en el monte, su hijo lo miró y le preguntó qué era aquello. Él le dijo lo que su padre le había dicho en su lecho de muerte.

 Entonces ella le descubrió el caso y, comunicándolo a los dos con su verdadero padre, determinaron ir a Roma a pedir penitencia al Papa. El Papa les impuso siete años de penitencia en peregrinación a Jerusalén, Santiago y otros santuarios que desearan visitar. Al final de los siete años, llegaron una noche a un despoblado, y construyeron una enramada y una cama donde durmieron el padre y la hija, mientras que Albano durmió en un árbol cercano. Cuando el demonio volvió a tentar al padre con la hija, Albano lo sintió y los mató. Luego, volvió a Roma y le contó el hecho al Papa, quien le impuso otros siete años de peregrinación y lo absolvió. Durante la peregrinación, fue martirizado."