su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

ni se ofenderian si los llamaran bestias endemoniadas

 


" así como los ladrones, que cuanto mayores ladrones son, más astutos son para hurtar; y como los traidores, que cuanto mayores traidores son, tanto mayor viveza tienen para hacer traición, ayudados por el diablo, para que digan dichos astutos en materia de deshonestos. 

No les haría injuria alguna a estos, ni se ofenderian si los llamaran  bestias endemoniadas, animales del cieno, por la mala inclinación que tienen de demonios investidos para decir ser astutos.

. Pero si tratas con ellos de cosas de virtud, de cosas espirituales y celestiales, y de la divina sabiduría, luego se entorpecen y , mostrando su grande inhabilidad para las cosas buenas y de tomó, teniendo el entendimiento ciego y desatinado.

 Porque, como el bienaventurado santo Gregorio dice, y santo Tomás, y se recoge de la buena filosofía, los efectos y hijas de la lujuria son ficticios. Ceguera de entendimiento: inconsideración, precipitación, temeridad y atrevimiento desordenado, o excesiva libertad; inconstancia en las cosas buenas; amor propio, amor no racional a sí mismo, aborrecimiento de Dios y de sus cosas por quien ama tanto los deleites corporales, que aborrece los espirituales y al autor y conservador de ellos, y así tiene afición a las cosas del mundo, a regalos, dinero y honra, y un desvío y negación y manera de desesperación de ver a Dios; porque como está tan afincada el alma a los deleites de la carne, no se sacia de los espirituales y eternos deleites, antes le da en cara, y le son pesados de oír, y parece que no los puede dejar. Y el bienaventurado santo Isidoro también cuenta por hijas de la lujuria palabras torpes, y gracias no castas ni devotas."

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