su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

Cristo me invita a la vida eterna, acá el mundo a la temporal

 


a Honorato Abad le quisiese su padre envolver en las cosas terrenas, dijo: allí Cristo me invita a la vida eterna, acá el mundo a la temporal, y a su concupiscencia que presto se pasa; pero el que hiciere la voluntad de Dios, permanecerá para siempre. Por tanto, date prisa a ser libre de los lazos del mundo, y mira que es más fácil arrancar lo que está tierno que lo envejecido. Bástate a ti no ser esclavo de los vicios, porque la libertad de la juventud es gran servidumbre y esclavitud de los vicios." Y así dejó el mundo, y le siguió su hermano mayor.

 Muerto su padre de Pesio e Isaías (que fue mercader rico), dijeron los dos hermanos: "¿Qué estado tomaremos? Si seguimos a nuestro padre, por ventura caeremos en manos de ladrones, y otros comerán nuestros trabajos; por tanto, escojamos la vida santa, y dejemos el siglo, para que no perdamos nuestras almas, y enviemos al cielo nuestras riquezas por manos de los pobres." Y así lo hicieron.

Así decía el Abad Silex: "Pues huimos del siglo, conviene también huir sus deseos, porque habiendo nuestros padres limpiado el desierto de la religión de los demonios y vicios, no es razón que nosotros lo volvamos a ensuciar, y a meterlos dentro con nuestra flojedad y concupiscencia."


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