Ay del mundo y de sus escándalos,

se lo mostró a San Anselmo en una visión,  un río que corría con gran ímpetu, el cual llevaba tras sí todas las inmundicias que hay. Y dijo San Anselmo: ¿Y de dónde beben los hombres? Y oyó una voz que dijo: De este río beben,  con gran ansia. se espantó, y oyó que dijo la voz: Este río es el mundo, de cuyas consolaciones los hombres son sustentados. Y dijo Anselmo: hay que huir de las tentaciónes del mundo.

San Lorenzo Justiniano dice que el mundo es un lugar de tinieblas, lleno de culpas y penas, como el infierno, y todo lo que hay en él engaña a los ignorantes, y con vanas esperanzas los trae embaucados, prometiendo descanso, que no lo puede dar. Volved pues, pecadores, a vuestro corazón, y entended que son vanas las promesas del mundo. Decid, ¿a quién dio lo que prometió? Y si a alguno dio algún bien, luego se lo quitó, y quedó burlado, y el mundo se quedó riendo de él."