su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

la muerte segunda. La cual es mucho peor que la primera.

 


Los demonios, las bestias, los falsos profetas, y los hombres que vivieron como bestias y se dejaron llevar y engañar como bestias, todos hacinados, revueltos y juntos, serán echados en el estanque de fuego y azufre, y allí serán atormentados por los siglos de los siglos.

Los cobardes que por puro miedo dejaron de confesar la verdad de lo que sentían y creían; los incrédulos, blasfemos, homicidas, fornicarios, hechiceros, idólatras, y todos los que mienten y engañan con daño notable a su prójimo, han de ir a parar en el estanque ardiente de fuego y azufre. Estos son los vecinos y moradores del infierno.

¿Miren por amor de Dios qué gente, para hacer vida con ella? . La suerte de los tales arderá eternamente en el profundo lago. Y esto, el morar en este lugar, con esta manera de gente, es la muerte segunda. La cual es mucho peor que la primera. Porque, como dijo Séneca en una de sus Tragedias: Peor es mucho que la muerte, el lugar de la muerte, que es el infierno, para los malos.


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