- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
¡Oh Dios de caridad, ¡Cuán excesiva es la caridad que nos habéis demostrado! ¡Que el amor que nos tuviste merece que ardamos de amor por ti! ¿No nos dejaremos impregnar de estos sentimientos? Un siervo de Dios, dirigiéndose al amor divino, le dijo: “Amor divino, sé mi madre. Haz por mí lo que una tierna madre hace por su hijo. Sé mi guía, acompáñame, llévame dondequiera que vaya. Sé mi maestro, enséñame el arte de amar a mi Dios con un amor puro, tierno, ardiente, generoso, constante y penitente. Sé mi vida, sé el alma de mi alma; animarme. Que seas tú quien pensó, habló y actuó en mí. Que mi amor arda de celo para abrazar todos los corazones con tu fuego divino. Oración. Dios mío, te pido perdón por el hecho de que la mayoría de los hombres se sacrifican a sus pasiones, buscando sólo satisfacerlas. ¡Pobre de mi! ¡Cuántas veces los he tomado como guía! Déjame actuar sólo por ti y por motivos de tu amor. El misterio de la encarnación es el milagro de los milagros.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario