su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

, mi culpa es gravísima, he sido muy desleal e ingrato a Dios

 


Como quien dice, mi culpa es gravísima, he sido muy desleal e ingrato a Dios: esta es señal de verdadero dolor, que no excusa la culpa sino que en lo interior y exterior le humilla tanto. 

pregunto, ¿muchos no vienen a confesar con muchas excusas? ¿Unos no se excusan echando la culpa a otros, o a la fragilidad, o a la tentación, o al demonio? ¿Y otros no echan la culpa a Dios, diciendo que les ha puesto en aquel estado, o ejercicio, que les ha criado debajo de tal planeta, que no le ayuda, que él ha hecho cuanto ha podido, que no podía más: es este modo de pedir perdón? ¿No es blasfemar de Dios echándole la culpa de sus maldades? Si con este modo le ofenden de nuevo, ¿cómo le quieren obligar a que les perdone? Otras muchas excusas hallarás en condición . 

¡Oh cuántos cargados de graves culpas, están muy lejos de esta humildad! Yo he encontrado muchísimos, tan pobres de esta virtud, que solo advertía en ellos un gran penacho de estimación y soberbia, los cuales explicaban gravísimos pecados con tales paliaciones, que querían que yo me persuadiese a que eran tan leves, que solo se quedaban en la línea de imperfecciones, excusándose a cada paso, y dorándolos, queriendo con esto, que el confesor..."

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