Un monje cisterciense ,fue combatido

El camino de la cruz es nuestra vida

 


El camino de la cruz es nuestra vida, y él nos lleva a Dios; y aunque por ser camino trabajoso lo recorran pocos, es camino de salud y perfección. Este es el camino, dice Isaías, andad por él. Pocos lo buscan por ser trabajoso, aunque sepan que al final de la jornada han de hallar a Cristo. Esto lloraba el Profeta Isaías diciendo: "Quedará como olivo sacudido y vareado, en cuyas extremidades y puntas de ramos quedan cuatro o cinco olivas". Así está el mundo tan sacudido de virtuosos, que ya no hay sino unos pocos que busquen a Dios, y esto dice el Profeta porque son muy raros los que de veras, y de todo su corazón, buscan a Dios. Esto mismo sentía el Profeta Miqueas cuando dijo: "¡Ay de mí, que soy como el que coge los racimos en el otoño después de la vendimia, cuando ya no se halla racimo!" Y aplicando esta metáfora a su propósito y declarándose, dijo luego: "Pereció el santo de la tierra, y entre todos no se halla uno bueno, porque todos persiguen a sus hermanos hasta la muerte".

 Lloraban estos santos Profetas la perdición del mundo, pues habiendo tantos que buscan honras, riquezas y deleites, haya tan pocos que busquen a Dios. Jeremías dice de Dios que trabaja rogando, y que no hay quien le busque. Búscale de manera que le halles, y hallado le conserves, porque así le goces para siempre en el Cielo.

Comentarios