su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

Jesús os adoro por todos los hombres que no os adoran,

 


Oh Jesús, ante tu Soberana Majestad y por medio de tu Sagrado Corazón mi vida, mi verdad y camino, os adoro por todos los hombres que no os adoran, os amo por todos los que no os aman, y por todos los que voluntariamente ciegos rehúsan conoceros, os reconozco y confieso por verdadero Dios, único y supremo Señor de cielos y tierra.

 ¡Ojalá pudiera yo satisfacer la estrechísima obligación que tienen todas las criaturas de obsequiaros, obedeceros, amaros y rendirse enteramente a vuestra santísima voluntad! ¡Ojalá pudiera yo recorrer todas las partes del mundo, reunir todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro Hijo, y abrazándolas con entrañas de verdadera caridad, ofrecerlas todas sobre el Corazón purísimo de mi dulce Jesús, reparar así las injurias que os han hecho, y por los méritos de este corazón amantísimo obtener la salvación de todas ellas! No permitáis, oh Padre celestial, que ninguna de estas almas se pierda. Amén.

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