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Virgen Maria, es manifiesto y evidente
Que el componer tu nombre no fue en vano.
Cinco letras, pues fue tan excelente
Cifra divina del remedio humano;
Y por ellas se ve distintamente
Que el que en cinco palabras soberano
Amor quiso en manjar quedarse al hombre,
En cinco letras nos dejó tu nombre.
Qué divinos misterios prevenía
Cuando el autor de ciencias infinito
Tu nombre, serenísima María,
En solas cinco letras dejó escrito,
Pues para dar el nombre, que podía
De aquel mortal y original delito
Con cinco letras reparar los daños,
Aguardó desde Adán cinco mil años.
Para que fueses la mejor criatura
Destiló la mortal naturaleza
En alembique de su gracia pura
Con fuego de su amor la suma Alteza;
Sacó la quinta esencia y la dulzura
De las plantas de Adán, y a tu grandeza
Por ser la quinta esencia de lo humano,
Con cinco letras la escribió su mano.
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