su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

Oración de Arrepentimiento y Clamor a Jesús


 Señor Jesús,

Hoy me acerco a Ti con el corazón lleno de arrepentimiento y humildad. Reconozco mi pecado, el peso de mi culpa y la profundidad de mi miseria ante Tu santidad. Tú, que no escatimaste a Tu propio Hijo, sacrificaste la vida por amor y justicia, y cargaste en Ti mismo el castigo que merecíamos.

Recuerdo a Adán, quien de la nada fue creado y, por su desobediencia, cayó en el abismo de la desgracia, arrastrando consigo la humanidad entera. Reconozco que mi pecado me separa de Ti, me despoja de Tu gracia y me condena a las consecuencias que este mundo herido padece: el hambre, la enfermedad, el dolor, la guerra. Todo eso es el reflejo de un Dios justo que no tolera el mal, pero también de un Dios amoroso que desea nuestra redención.

Jesús, en Tu infinito amor, Tú no solo viniste a cargar con el pecado de Adán, sino con el mío, con mi egoísmo, mis fallas y mi falta de amor. Tú sufriste tormentos indescriptibles, el rechazo y las tinieblas de la cruz para abrirme el camino hacia la vida eterna. ¡Qué inmenso misterio de amor!

Hoy clamo a Ti, mi Salvador, con lágrimas en los ojos y el corazón contrito. Perdóname, Señor, por mis pecados. Purifica mi alma, quita de mí las cadenas que me atan al mal y renuévame con Tu gracia. Dame la fortaleza para resistir las tentaciones y la fe para caminar siempre en Tu luz.

Gracias, Jesús, por Tu sacrificio redentor, por amarme cuando era indigno, por abrirme la puerta del cielo y darme esperanza en medio de las tinieblas. A Ti rindo mi vida y mi corazón, confiando en Tu misericordia infinita.


Amén.


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