su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

No hay nada en los cielos ni en la tierra que Dios no me haya revelado



El abad Adnub cuenta Paladio que solía decir: "No hay nada en los cielos ni en la tierra que Dios no me haya revelado. Y después de que entré en el desierto, el ángel del Señor estuvo conmigo, y cada día me alimentó con pan del cielo. La luz de mi corazón nunca se apagó, y todo lo que le pedí, Él me lo dio. Vi muchas veces a los ángeles ante Dios, a los coros de los mártires y a la congregación de los justos que lo alababan. También vi a Satanás y a sus ángeles en los infiernos."

De San Martín, San Gregorio de Tours cuenta que, cuando celebraba y oraba, a veces se le aparecía un globo de fuego brillante, en el cual se representaba todo lo que existe en el mundo


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