"Jesús: El Verdadero Hijo de Dios, No un Dios Pagano"

Jesús es el Hijo de Dios, el Salvador verdadero

La Biblia presenta a Jesús como el Hijo de Dios, quien vino al mundo para redimir a la humanidad del pecado. Esto lo diferencia de cualquier figura mitológica o pagana.

Juan 1:

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Y aquel Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad."

Jesús no es una figura mítica; es el Verbo eterno hecho carne.

Juan capítulo 14 :6:

"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí."

Jesús es único y exclusivo como mediador entre Dios y los hombres.

2. Jesús no tiene conexión con dioses paganos

La adoración a Jesús está basada en su identidad como el Mesías, profetizado en el Antiguo Testamento, y no tiene raíces en religiones paganas.

Isaías  capítulo  9:6:

"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz."

Isaías profetizó siglos antes el nacimiento del Mesías. Esto no está relacionado con mitos paganos, sino con el plan redentor de Dios.

1 Corintios 8:5-6:

"Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él."

Aquí Pablo aclara que Jesús no es uno entre muchos dioses, sino el único Señor.

3. La verdadera adoración no se basa en costumbres humanas

Aunque algunas prácticas navideñas puedan tener influencias externas, los cristianos no adoran a Jesús como un "Dios pagano", sino como el Salvador.

Mateo 15:9:

"Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres."

La adoración debe estar basada en la verdad revelada por Dios, no en tradiciones humanas.

Juan 4:24:

"Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."

La verdadera adoración a Jesús no depende de fechas o tradiciones, sino de una relación genuina con Él.

4. El origen de la Navidad no define a Jesús

Si bien algunos argumentan que ciertas celebraciones navideñas tienen orígenes paganos, esto no cambia quién es Jesús. La Biblia nos llama a enfocarnos en su obra redentora y no en prácticas humanas.

Colosenses 2:16-17:

"Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo; todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo."

Este pasaje advierte contra juzgar a otros por prácticas externas, porque la esencia está en Cristo.