su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

El Peligro Espiritual de la Brujería y el Camino hacia la Salvación"

Amados hermanos en Cristo,

El texto que hemos considerado relata los juramentos que hacen quienes participan en pactos con el Demonio. Prometen obediencia, sometiéndose a él como si fuera su señor. 

Hermanos, ¿acaso no nos advierte la Escritura que solo Dios merece nuestra adoración? En Deuteronomio 6:13-14 leemos: “Al Señor tu Dios temerás, a él servirás, y por su nombre jurarás. No andaréis tras dioses ajenos.”

El Demonio promete riquezas, placeres y protección, pero todo esto es un engaño. Él es el padre de la mentira (Juan 8:44), y lo único que busca es apartarnos del amor de Dios, llevarnos a la perdición y borrarnos del libro de la vida. Nada que venga de él puede traer verdadero bien, porque está destinado a destruir.

2. Consecuencias Espirituales

Aquellos que se involucran en estas prácticas pierden su identidad en Cristo. El texto menciona cómo son “rebautizados” en el nombre del Demonio, reciben un nuevo nombre y son marcados con señales oscuras. ¿Qué más prueba necesitamos de que estas acciones despojan al hombre de su dignidad como hijo de Dios?

Dios nos ha creado a su imagen y semejanza (Génesis 1:27), y en el bautismo somos sellados con el Espíritu Santo. Sin embargo, al entregarse al mal, las personas niegan este don divino y abrazan las tinieblas. El libro de Apocalipsis 3:5 nos dice: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida.” Pero quienes se alejan de Dios para seguir al Demonio se excluyen de esta promesa.

3. La Falsa Gloria de la Brujería

El texto describe ceremonias donde el Demonio es adorado como si fuera un príncipe. Estos actos no son más que burlas de los sacramentos de la Iglesia, una parodia diabólica de la verdadera fe. El Demonio preside estas procesiones con la figura de un animal, mostrándonos que quienes lo siguen no se elevan, sino que se rebajan.

Todo esto busca alejarnos de la verdad que está en Cristo Jesús. Mateo 6:24 nos recuerda: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.” No podemos servir a Dios y al Demonio.

4. El Camino de la Luz

Hermanos, aunque el mal sea astuto y seductor, nuestra fe en Cristo es más poderosa. No hay pacto, maldición o marca que el poder redentor de Jesús no pueda romper. En 1 Juan 1:9 leemos: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”

Si alguien aquí ha sido tentado o conoce a alguien atrapado en estas prácticas, no se desespere. La misericordia de Dios está disponible para todos los que se arrepienten. A través de la oración, el sacramento de la confesión y el apoyo de la comunidad cristiana, podemos regresar al camino de la luz.

5. Una Llamada a la Conversión

Finalmente, les exhorto a mantenerse firmes en la fe y a rechazar cualquier cosa que nos aleje de nuestro Señor. No demos lugar al pecado ni al temor, porque tenemos la armadura de Dios: “Revestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del Diablo” (Efesios 6:11).

Conclusión

Amados hermanos, la brujería y todo pacto con el mal no son un simple juego, sino un ataque directo a nuestra fe y a nuestra relación con Dios. Recordemos que el verdadero príncipe y señor de nuestras vidas es Jesucristo, quien nos ama, nos redime y nos ofrece la vida eterna.

Oremos para que el Espíritu Santo fortalezca nuestra fe y nos guíe siempre por el camino de la luz y la salvación.

“El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quié

n temeré?” (Salmos 27:1).

Amén.


Comentarios