implicaciones espirituales de las maldiciones a tus hijos así como un enfoque para contrarrestarlas

1. Eres un inútil

Consecuencias:

Al decir esto, el niño puede desarrollar una baja autoestima, sentirse incapaz de lograr cosas importantes y adoptar una mentalidad de fracaso. Los demonios del fracaso y la miseria pueden influenciar su vida, llenándolo de inseguridades.

Acción de corrección:

Declare: "Eres capaz, tienes un propósito, y Dios te ha dado talentos para triunfar".

2. Este niño no tiene remedio

Consecuencias:

Esta declaración puede hacer que el niño pierda la esperanza y la motivación, pensando que no hay manera de mejorar su vida. Esto abre puertas a demonios de desesperanza y fracaso.

Acción de corrección:

Declare: "Tú tienes remedio, con la ayuda de Dios superarás cualquier dificultad".

3. Este niño no sirve para nada

Consecuencias:

Las palabras generan un sentimiento de inutilidad, anulando el sentido de valor del niño. Los demonios de la inutilidad pueden atarlo a una vida sin propósito.

Acción de corrección:

Declare: "Eres valioso, Dios te ha creado con un propósito único y hermoso".

4. No eres mi hijo

Consecuencias:

Estas palabras pueden causar un profundo sentimiento de rechazo, haciéndolo sentirse abandonado emocional y espiritualmente, como un huérfano.

Acción de corrección:

Diga"Eres mi hijo, te amo y siempre estaré contigo como Dios está con nosotros".

5. Eres un tonto, eres un estúpido

Consecuencias:

El niño podría internalizar estas palabras, pensando que es incapaz de aprender o hacer cosas bien. Esto puede limitar su rendimiento académico y personal.

Acción de corrección:

Declare: "Eres inteligente, tienes sabiduría, y Dios te dará entendimiento en todo lo que hagas".

6. Nunca lo lograrás

Consecuencias:

Esta afirmación siembra la creencia de que no importa cuánto se esfuerce, nunca tendrá éxito. Los demonios del fracaso refuerzan esta mentira.

Acción de corrección:

Declare: "Con Dios todo es posible. Tú lograrás grandes cosas porque Dios te fortalece".

7. Este niño es malvado

Puede crear en el niño una inclinación a comportarse de manera rebelde o malvada, cumpliendo la etiqueta que se le impuso.

Acción de corrección:

Declare: "Eres bondadoso, tienes un corazón noble, y Dios guiará tu vida en justicia".

8. Estoy harto de este niño

Consecuencias:

Estas palabras pueden atraer espíritus de muerte y abandono. El niño podría sentirse no deseado o una carga.

Acción de corrección:

Declare: "Eres una bendición en mi vida. Estoy agradecido por ti y te amo profundamente".

9. Mira este animal

Consecuencias:

Deshumaniza al niño, afectando su sentido de identidad como una creación divina. Esto puede abrir puertas a comportamientos irracionales o destructivos.

Acción de corrección:

Declare: "Eres creado a imagen y semejanza de Dios. Eres especial y valioso".

10. Qué vergüenza paso contigo

Consecuencias:

Esta frase puede atraer demonios de vergüenza, disminuyendo la confianza del niño y anulando el favor y la gracia en su vida.

Acción de corrección:

Declare: "Eres motivo de orgullo. La gloria de Dios está sobre ti y te levantará".

11. Ojalá este niño no hubiera nacido

Consecuencias:

Puede generar un sentimiento de inutilidad extrema y atraer espíritus de muerte, llevándolo incluso a pensamientos suicidas en el futuro.

Acción de corrección:

Declare: "Doy gracias a Dios por tu vida. Eres una bendición y un regalo para este mundo".

12. Creo que este niño tiene demonios en la cabeza

Consecuencias:

Estas palabras abren puertas para ataques espirituales en la mente del niño, provocando confusión, ansiedad o incluso problemas mentales.

Acción de corrección:

Declare: "La mente de mi hijo está cubierta por la paz y el poder de Dios. Tiene la mente de Cristo".

Oración de Renuncia y Restauración

"Señor, en el nombre de Jesús, renuncio a toda palabra negativa que haya pronunciado sobre mi hijo. Cancelo toda maldición y declaro que mi hijo está bajo tu cobertura. Llévalo a cumplir el propósito para el cual lo creaste. Declaro bendición, favor, sabiduría y éxito sobre su vida. Amén".

Es im

portante mantener la conciencia de que nuestras palabras tienen poder para edificar o destruir. Que sean siempre para bendición.