su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

Conocer las Artimañas del Enemigo



"Si quieres alcanzar la vida, obedece los mandamientos" — dice el Señor.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Hoy nos reunimos para meditar sobre una verdad profunda y urgente: el peligro real y constante de las artimañas del enemigo de nuestras almas, Satanás.

¿Queréis conocer cómo obra el maligno? ¿Queréis descubrir su estrategia? Entonces mirad cuál es el fin de todas sus acciones. Desde el principio ha sido homicida — así lo dice el Señor en las Escrituras — y no busca otra cosa que la destrucción del ser humano, no solo en esta vida, sino en la eternidad. Su objetivo no es una simple caída, sino nuestra perdición eterna.

Satanás es astuto. Es el maestro del engaño. No viene siempre con amenazas abiertas, sino que susurra suavemente al oído. Nos presenta el mal como bien, y el bien como carga. Y así, cuando algo contribuye a nuestra salvación, él trata de apartarnos de ello. Cuando algo nos daña, nos lo presenta como placer, como libertad, como lo que "merecemos".

No nos equivoquemos, amados: todo lo que conduce a la perdición, él lo promoverá. Todo lo que conduce a la salvación, él lo combatirá. Así obra desde el principio, y así seguirá obrando hasta el fin.

Ahora bien, ¿dónde está la salvación del hombre? Está en obedecer a Dios. Está en escuchar Su voz, seguir Sus caminos, abrazar Sus mandamientos no como carga, sino como vida. Porque el mismo Cristo nos dijo: “Si quieres alcanzar la vida, obedece los mandamientos.”

Y no hablamos solo de obras externas. No se trata solamente de hacer o evitar cosas, sino de creer, confiar, y amar lo que Dios nos ha revelado. Aceptar Su verdad. Aceptar Su amor. Satanás lo sabe. Por eso, busca apartarnos no solo de la obediencia, sino también de la fe. No quiere simplemente que pequemos; quiere que dejemos de confiar. Que dudemos del amor de Dios. Que nos olvidemos de la cruz.

Pero nosotros no somos ignorantes de sus maquinaciones. Dios nos ha dado la luz de Su Palabra, el ejemplo de Su Hijo, y la fuerza de Su Espíritu Santo. No caminamos solos. Si resistimos al enemigo, él huirá de nosotros. Si amamos la verdad, ella nos hará libres.

Entonces, hermanos y hermanas, no cedamos. No nos dejemos arrastrar por el engaño. Mantengamos firme la fe, la esperanza y el amor. Vivamos como hijos de la luz, no como esclavos del error.

Y recordad siempre: Satanás busca que no obedezcamos la ley divina. Pero Dios busca que vivamos en plenitud, en gracia, en victoria. Elige hoy a quién escucharás.


Amén.


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