Del Patrocinio de los Ángeles

 

 todas las provincias, ciudades, pueblos y comunidades tienen ángeles custodios, destinados para su gobierno y defensa.

Apenas pone su atención el hombre en el gobierno invisible de Dios, del cual dependen la fortuna y el buen éxito de los reinos y repúblicas. De esta falta de atención nace la ingratitud y el error de atribuir las victorias, glorias y aciertos a quienes no los merecen..

Para evitar tan grandes equivocaciones y reconocer que cualquier acierto proviene de Dios, nuestro clementísimo Padre, debemos honrar también a sus ángeles. Ellos son los mediadores a través de los cuales Dios dirige nuestros asuntos, cuidando de las comunidades, de los cuerpos más nobles, de la reforma de sus costumbres, del acierto de sus decisiones y, en general, del gobierno de las almas unidas en sociedad.

Por ello, quiero reafirmar esta doctrina:

Los Ángeles Custodios de las Naciones

Todas ciudades,  tienen ángeles de guarda especiales, destinados a su gobierno y defensa.

Esta verdad está bien probada en el Libro de los Beneficios de nuestros Ángeles Custodios (capítulo 19), mediante historias tanto divinas como humanas. Me apoyaré también en otras pruebas ya mencionadas, analizándolas con mayor profundidad y brevedad.

Los Santos Padres confirman esta doctrina con la siguiente sentencia del Deuteronomio:

> "Dios estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel." (Deuteronomio 

La Glosa, siguiendo otra interpretación, añade:

> "Dividió los límites de la tierra según el número de los ángeles custodios que protegen a las diversas familias de Israel."

Asimismo, el Espíritu Santo afirma en el Eclesiástico:

 "Para cada nación designó un gobernador." (Eclesiástico capitulo 17, 14)

Esto se entiende como que Dios asignó un ángel para el gobierno de cada pueblo. Sobre este punto, se puede consultar al doctísimo obispo Don Jerónimo Bautista de la Nuza en sus tratados.

El Ángel Custodio del Reino de Persia

El profeta Daniel también menciona el ángel protector de Persia:

El príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días." (Daniel 10, 13)

El ángel reveló esto a Daniel cuando este sufría por los conflictos que afligían al pueblo de Dios, explicándole que el ángel príncipe y custodio de los persas se había resistido, intercediendo por su pueblo en la presencia divina.