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Escuchar en Amazon Music Un obispo de Sicilia, llamado Cloronia, rezaba cada día esta oración, puesto de rodillas, y ayudaba en la Cuaresma de San Miguel todos los años; y en su víspera, se le apareció el Santo Arcángel, y le dijo que, por haberle sido muy aceptada su devoción, y aquella oración, había rogado por él a Nuestro Señor, quien le había otorgado que todo cuanto le pidiera, se le concedería. El buen obispo le pidió tres cosas: una, que sus padres salieran de las penas del Purgatorio; otra, que le asistiera en la hora de la muerte, defendiéndole del común enemigo; la tercera, que le diera a entender la grandeza del misterio de la Encarnación, para que pudiera agradecerlo. Todo se lo concedió San Miguel en nombre de Dios, porque vio a sus padres subir al Cielo, y ellos le dieron gracias. Fue muy ilustrado en el misterio de la Encarnación, y le asistió en la muerte el Santo Arcángel."
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