su estrategia principal es atrapar al hombre en sus propias negligencias

La súplica del ángel: Magdalena en el umbral del Infierno

Nos encontramos ante el relato de un exorcismo realizado por un padre dominico a dos mujeres, Louyse y Magdalena. , se describe no solo el enfrentamiento .

 un ángel profundamente preocupado por el alma de Magdalena. Se le presenta como un ser fiel, tierno y perseverante, que ha intercedido insistentemente ante Dios por su protegida, suplicándole que le conceda un día más para guiarla, con la esperanza de que se convierta, haga penitencia y rechace los engaños del Infierno. Este ángel llora por ella, la acompaña y la defiende incluso en medio de la batalla espiritual del exorcismo.

A través de las palabras del demonio  —quien es obligado a hablar durante el ritual— se revela esta íntima y dolorosa relación entre Magdalena y su ángel, quien no ha dejado de luchar por ella a pesar de sus errores. Se nos muestra a Magdalena como una mujer aún joven, confundida, pero con una oportunidad de redención si se deja guiar con humildad. Esta escena representa un momento límite entre la perdición y la salvación, en el que las fuerzas del Cielo y del Infierno disputan su alma.

Ten valor, pero reflexiona bien sobre esta advertencia: Magdalena, todas estas sentencias son por ti.
Hecho esto, los presentes consideraron adecuado entonar un Te Deum laudamus, y así fue, para dar gracias al Todopoderoso por tantas gracias enviadas desde lo alto a favor de la mencionada Magdalena. Esto se ejecutó con gran gozo y contento por parte de su madre natural, quien por casualidad se hallaba presente en ese momento en La Sainte-Baume.

Concluido el Te Deum, Magdalena se arrojó a los pies de su madre, pidiéndole muy humildemente perdón, e hizo lo mismo con toda la asistencia, la cual quedó profundamente consolada y regocijada ante la grande e infinita bondad de Dios hacia sus criaturas.

En ese mismo instante, se aconsejó a Magdalena que tomara como esposo a su Creador, como madre a la muy santa Madre de Dios, como hermana a la bienaventurada Santa Magdalena, como padre a San Domingo, y como hermanos a todos los ángeles. Así debía nombrarlos cada vez que orara.

Habiéndolo hecho, redactó al instante —siguiendo el consejo de su padre confesor— una carta dirigida a su santísima y bondadosa Madre, la Virgen María, en la forma que sigue:

Carta a la Virgen María

Mi muy santísima, gloriosísima, bellísima y amorosísima Madre:

Os saludo con todo mi corazón, presentándome ante vos como una pobre hija afligida se presenta ante su madre para recibir consuelo. Oh, pues bien, amadísima y queridísima madre, me dirijo a vos como una hija desolada, privada de alivio por todos lados, despojada de todo bien,...líbrame de todo mal, rogándoos con toda humildad que tengáis piedad de mí. Os declaro que me ofrezco y consagro enteramente a vos, entregándoos completamente las llaves de mi corazón, para que os dignéis plantar en él el lirio de la pureza y la castidad, a fin de que en lo más íntimo de ese corazón pueda reposar mi amadísimo esposo JESÚS, vuestro Hijo muy amado, y allí tome sus delicias.

Os entrego también las llaves de las tres potencias de mi alma:

  • Del entendimiento, para que en él plantéis el laurel de una esperanza perfecta, para confiarme por completo a mi Esposo.

  • De la voluntad, para que allí plantéis la rosa de una ardentísima caridad, para amarle sobre todas las cosas, renunciando a todo otro afecto por amor a Él.

  • De la memoria, para que en ella plantéis la violeta de una humildad profundísima, recordando mi vileza y bajeza, para someterme y humillarme a los pies de todos, a ejemplo de mi bienamado y queridísimo Esposo.

Y os ruego, amadísima y bienaventurada Madre, de todo corazón, que aceptéis lo dicho, pues soy y seré por toda la eternidad:

Vuestra muy humilde, muy obediente, y muy indigna —aunque sierva, esclava e hija—,
Magdalena de JESÚS.


Nota final del relato

Esta carta fue entonces bien recibida por el Padre Romillon, pero la corrección de la misma fue dictada el doce de diciembre, como se constata en los actos del mismo día.


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